Descalcificador doméstico I
¿Cómo instalar correctamente un descalcificador doméstico?
Hoy en día es muy habitual instalar descalcificadores en las viviendas por los innumerables beneficios que éstos aportan a la salud de nuestra instalación, electrodomésticos e incluso nuestra propia piel (no confundir con ósmosis que es para consumir).
La instalación por parte de un profesional es relativamente sencilla, pero requiere de una serie de pautas y/o recomendaciones que según en qué casos toman más o menos importancia.
Primeramente mencionaremos las condiciones indispensables y después comentaremos elementos que instalaríamos si queremos tener una instalación TOP y poder diferenciarte de otros instaladores.
Características de la vivienda
Lo primero es estudiar las características de la vivienda donde se va a instalar, es decir:
- Dureza del agua que suministra la compañía municipal o si es agua extraída de pozo deberíamos analizar este agua (normalmente los fabricantes ofrecen estos servicios a través de distribuidores).
- Caudal de trabajo que necesitamos. Esto vendrá determinado por el número de personas de la vivienda o por el número de puntos de consumo de agua descalcificada.
- Caudal punta necesario.
- Espacio disponible para instalar el equipo y ubicación, ya que necesitaremos una toma de desagüe y una toma de electricidad (aunque existen descalcificadores que no necesitan toma de corriente).
Con estos datos podremos elegir el equipo que mejor se adapte a las necesidades de nuestro cliente.
Instalación de un descalcificador
El siguiente paso será determinar la instalación, que en muchas ocasiones vendrá determinada por el espacio que tengamos.
Normalmente estos equipos se instalan en zonas poco accesibles, donde no se ven y no molestan, pero es recomendable que tengan cierto espacio y cierta comodidad porque tiene que tener una supervisión mínima (p.e. echar sal).
Hemos realizado un pequeño esquema y enumerado los componentes.
Primero vamos a citar los componentes esenciales:
A y B: Conformarían el by-pass de la instalación de forma que con A abierta y B cerradas tendríamos agua directa de red sin descalcificar. Sin embargo, con A cerrada y B abiertas el agua que tendremos en la vivienda estará tratada.
E: Filtro de entrada a la vivienda. Nosotros recomendamos instalar un buen filtro, de 25 o 50 micras porque cualquier impureza sólida que pueda entrar al descalcificador podría obstruir el conducto de aspiración para realizar las regeneraciones, esto dejaría inoperativo el equipo hasta retirar este sólido.
G, H e I: Es uno de los puntos claves y que suelen dar más problemas en estos equipos. G es el conducto por donde desagua el equipo cuando realiza las regeneraciones.
El error más común que suele cometerse es unir G y H con una "T" y conducir al desagüe (I)un único conducto.
¿Qué ocurre en estos casos? Pues que el rechazo de la regeneración, como se produce a presión, retorna por la "T" y va a parar al depósito de sal hasta que en lugar de rebosar por el rebosadero, sale el agua por arriba.
¿Qué recomendamos para tener una instalación TOP? Pues los elementos que no hemos citado anteriormente:
C y D: Grifos donde podamos tomar una muestra antes (C) y después (D) del equipo y que nos facilitará la vida a la hora de regular la dureza (sobre todo el D). ¿Por qué? Pues porque cuando ya tienes todo instalado debemos regular la dureza de la vivienda (el descalcificador si está bien dimensionado la deja a 0).
Para saber si estamos dejando el equipo en buenos valores de trabajo, deberemos buscar el grifo más cercano, que a veces es un baño, una cocina, etc., tomar muestra y medir con el analizador y que si no conseguimos dejar el equipo bien configurado a la primera (que suele ser el caso) tendremos que hacer unos cuantos paseos del equipo al grifo más cercano.
F: La instalación ideal debería tener un filtro a la salida del descalcificador, en este caso ya no es necesario uno de 25-50 micras, sino uno normal barato que podemos encontrar en cualquier tienda. Este filtro protege la instalación de futuras posibles fugas de resina (bolitas) que podrían taponar los grifos, caldera, electrodomésticos, etc.
También recomendamos no realizar una instalación fija, sino que el último tramo, el que va desde B hasta las tomas del equipo, sea con maguito flexible de paso ancho para que en un futuro (muy lejano) queremos cambiar el equipo no tengamos que modificar instalación llenando nuestro circuito de accesorios innecesarios y tener una instalación limpia y aseada.
Puesta en marcha
La puesta en marcha debe realizarla el servicio técnico del fabricante o en su defecto personal cualificado para tal actividad.
Esto nos garantiza que el equipo funciona perfectamente y tendremos una garantía del fabricante.
La persona encargada de realizar la puesta en marcha generalmente necesitará conocer:
- Dureza del agua. Que ya conocemos puesto que la hemos determinado para la elección del equipo.
- Habitantes de la vivienda o caudal de consumo de agua aproximado al día.
La dureza perfecta debe estar entre 6-10 grados y normalmente se regula con algún tipo de tornillo, accionamiento o similar en la parte trasera o lateral del equipo, de forma manual.
Con un analizador de dureza [es un kit económico] podemos medir cómo tenemos regulada la dureza en la salida del descalcificador. Podemos comprobar la dureza de forma periódica una vez al año aproximadamente para comprobar que todo es correcto.
Sal
En cuanto a la cantidad de sal o cada cuánto tiempo debemos echar sal dependerá de los hábitos de consumo de cada vivienda.
Se debe vigilar la cantidad de sal que queda en el depósito, tan perjudicial es llenar el depósito de sal hasta arriba como que se quede sin sal.
No hay un momento exacto o una ciencia a la hora de echar sal, pero un bueno momento podría ser cuando ya se empieza a ver agua en el depósito. Echaríamos un saco y esperaríamos a que bajara el nivel hasta volver a ver el agua.
Esperamos que haya sido de vuestro interés y os haya gustado.
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